jueves, 27 de agosto de 2015








Si respetas serás respetado



Es muy importante tener la mente y corazón abiertos para conocer y entender los valores culturales, sociales y morales que definen a cada ser humano, donde el respeto mutuo, garantiza una forma armoniosa de convivencia.
El respeto a los demás es una actitud permanente, de palabra y de hechos, y una forma de vida donde la sinergia juega un gran papel.


Respetar es una actitud de ida y vuelta y para que se nos respete debemos empezar por el pilar fundamental, que es respetarnos a nosotros mismos.
¿Tener respeto a los demás es lo mismo que tener miedo? Se confunde a menudo respeto a los demás con miedo. Tener miedo, por ejemplo, a un padre, a un educador o a un gobernante y actuar para no enfadarlo, es callar y obedecer para no sufrir un castigo.


Tener respeto a un padre, a un educador o a un gobernante, es valorarlo porque tiene una línea de vida coherente y es un espejo en el que nos gusta vernos reflejado, es la aceptación por la razón y el corazón. El miedo nos hace actuar en disonancia total entre mente y alma y quien infunde miedo, solo sabe imponerse por el temor. En cambio, quien vive coherente mente entre lo que dice y lo que hace, buscando su bien y el de los demás, genera respeto sin presiones, surge o sobresale por lo que trasmite, sin ninguna imposición.

Para centrarnos y saber si tenemos una actitud respetuosa, lo mejor es que cuando vayamos a hacer o a decir algo a otra persona, pensemos de qué manera nos gustaría oírlo si nos lo dicen a nosotros, y hacerlo de este modo. Seguramente comunicaremos con tranquilidad y sin hacer daño.

Ser irrespetuoso, en cambio, se puede manifestar, muchas veces con un silencio que puede resultar más doloroso que las palabras o con un no hacer, que puede llegar a ser más destructivo que muchas acciones. La falta de respeto a los demás, en ocasiones, no viene acompañado de gritos, ni golpes, ni insultos, sino que se disfraza de sutil manipulación, quitando la libertad de elegir y decidir, por nosotros mismos.





 Respeto




    El respeto es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidadrespeto mutuoreconocimiento mutuo.
     El respeto en las relaciones  personales comienza en el individuo, en el reconocimiento del mismo como entidad única que necesita que se comprenda al otro.  Consiste en saber valorar los intereses y necesidades de otro individuo en una reunión.


     El respeto se basa en dos teorías ético-morales:

1.   El respeto por la autonomía del individuo, que se sustenta esencialmente en el respeto de la capacidad que tienen las personas para su autodeterminación en relación con las determinadas opciones individuales de que disponen.
2.   Protección de los individuos con deficiencias o disminución de su autonomía en el que se plantea y exige que todas aquellas personas que sean vulnerables o dependientes resulten debidamente protegidas contra cualquier intención de daño o abuso por otras partes.

     El respeto también puede considerarse como punto medio entre dos extremos vistos por exceso y por defecto
1.   Por defecto: el miedo, tanto a las personas que le rodean como a objetos o situaciones que afronta el individuo, llevándole a situaciones de imposibilidad a realizar determinados proyectos o metas, tal el caso de los complejos de inferioridad.
2.   Por exceso: el abuso o desmedida de los límites preestablecidos para un correcto orden y trato de las personas o situaciones de cada individuo, lo que lleva a conflictos con los otros como también la imposición de límites y/o normas a fin de superar la crisis del abuso y restablecer el orden de los derechos de cada individuo.


 


     Tener un gran respeto por uno mismo conlleva tener un gran respeto hacia los demás. Reconocemos nuestros recíprocos derechos.
     Tu derecho a tener tu propio punto de vista, tu derecho a cambiar opinión sin tener que dar explicaciones, tu derecho a crear un mundo propio en el que poder vivir. Respeto hacia los demás supone tener respeto por sus decisiones y por sus sentimientos. Respetar las decisiones de los demás o sus sentimientos no significa que estemos de acuerdo ni que los compartamos, significa que aceptamos que la otra persona tiene derecho a tener sus propios sentimientos y a tomar sus propias decisiones, sean o no adecuadas para mí y sean o no iguales que los míos. 
     
Para ser respetuosos son imprescindibles por lo menos estos dos puntos:  
*       Tratar a los demás con la misma consideración con que nos gustaría ser  tratados.
Valorar y proteger todo aquello que nos produzca admiración.
¿Qué nos impide tener respeto?: 
*       Los malos tratos y abusos sobre los demás.
*       La ausencia de principios.

     La falta de respeto es propia de las personas desconsideradas y egoístas, insensibles en alto grado al entorno social. Es tal su indiferencia o su ignorancia con respecto a quienes viven a su alrededor, que pasan por alto las más elementales normas de convivencia, como si no las conocieran -lo cual resulta ser cierto en muchos casos- o, lo que es peor, conociéndolas y haciendo alarde de que les tienen sin cuidado.
     Es reconocer, apreciar y valorar a mi persona, así como a los demás, y a mi entorno.  Es establecer hasta dónde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, como base de toda convivencia en sociedad.

                
               

    El respeto es reconocer en sí y en los demás sus derechos y virtudes con dignidad, dándoles a cada quién su valor. Esta igualdad exige un trato atento y respetuoso hacia todos. El respeto se convierte en una condición de equidad y justicia, donde la convivencia pacífica se logra sólo si consideramos que este valor es una condición para vivir en paz con las personas que nos rodean.





     Otro aspecto que involucra el respeto es el de proteger la vida de nuestro planeta, y una forma de demostrarlo es cuidando la limpieza del agua, aire y suelo, plantar árboles para que la tierra se quede entre las raíces y no se las lleven ni el agua ni el viento, usar solo el agua que necesitemos, defender la vida de las selvas y los bosques; recuerda que el hombre, las plantas y los animales compartimos el mismo planeta.
Cómo desarrollar el respeto 
     Sabías que...una persona respetuosa es aquella que: 
Reconoce y promueve los derechos de los demás sin distinción de edad, sexo 
 Ni clases. 
Utiliza la empatía para comprender y aceptar a todos. 
Se respeta a sí mismo y por ello no acepta lo que le puede dañar física, mental  y espiritualmente.
 Acepta y cumple las leyes y normas que establece nuestra sociedad. 
Piensa positivamente 
     “Me valoro y defiendo la vida en todas sus manifestaciones, humana, animal y vegetal”.
     “Doy valor y respeto a las expresiones propias y ajenas”. 



     “Hago el uso correcto de los lugares colectivos para que los puedan usar los demás”.

     Respetar a una persona es tratarla como se merece, de acuerdo a su dignidad de ser humano (todos somos iguales en este sentido), y a la posición que ocupa en una colectividad.
  


Que implica el respeto en la familia: 
Aprender a reconocer cuando algo no es nuestro para no hacer uso de el
Decir las cosas como son, sin temor al regaño 
Actuar de acuerdo a nuestras decisiones sin ofender a los demás
Respetar a los demás en relación con sus sentimientos.

Entrenemos en Valores - RESPETO






     Como reflexión: debemos de respetarnos los unos a los otros, seamos como seamos, con defectos o sin defectos.



1 comentario:

  1. recuerden que siempre hay que respetar a las demás . Y hay que tratar a las personas como quieres que te traten a ti

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