Es muy importante tener
la mente y corazón abiertos para conocer y entender los valores culturales,
sociales y morales que definen a cada ser humano, donde el respeto mutuo,
garantiza una forma armoniosa de convivencia.
El respeto a los demás
es una actitud permanente, de palabra y de hechos, y una forma de vida donde la
sinergia juega un gran papel.
Respetar es una actitud
de ida y vuelta y para que se nos respete debemos empezar por el pilar
fundamental, que es respetarnos a nosotros mismos.
¿Tener respeto a los
demás es lo mismo que tener miedo? Se confunde a menudo respeto a los demás con miedo. Tener miedo,
por ejemplo, a un padre, a un educador o a un gobernante y actuar para no
enfadarlo, es callar y obedecer para no sufrir un castigo.
Tener respeto a un
padre, a un educador o a un gobernante, es valorarlo porque tiene una línea de
vida coherente y es un espejo en el que nos gusta vernos reflejado, es la
aceptación por la razón y el corazón. El miedo nos hace actuar en disonancia
total entre mente y alma y quien infunde miedo, solo sabe imponerse por el
temor. En cambio, quien vive coherente mente entre lo que dice y lo que hace,
buscando su bien y el de los demás, genera respeto sin presiones, surge o
sobresale por lo que trasmite, sin ninguna imposición.
Para centrarnos y saber
si tenemos una actitud respetuosa, lo mejor es que cuando vayamos a hacer o a
decir algo a otra persona, pensemos de qué manera nos gustaría oírlo si nos lo
dicen a nosotros, y hacerlo de este modo. Seguramente comunicaremos con
tranquilidad y sin hacer daño.
Ser irrespetuoso, en
cambio, se puede manifestar, muchas veces con un silencio que puede resultar
más doloroso que las palabras o con un no hacer, que puede llegar a ser más
destructivo que muchas acciones. La falta de respeto a los demás, en ocasiones,
no viene acompañado de gritos, ni golpes, ni insultos, sino que se disfraza de
sutil manipulación, quitando la libertad de elegir y decidir, por nosotros
mismos.
El respeto es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad: respeto mutuo, reconocimiento mutuo.
El respeto en las relaciones personales comienza en el individuo, en el reconocimiento del mismo como entidad única que necesita que se comprenda al otro. Consiste en saber valorar los intereses y necesidades de otro individuo en una reunión.
1. El respeto
por la autonomía del individuo, que se sustenta esencialmente en el
respeto de la capacidad que tienen las personas para su autodeterminación en
relación con las determinadas opciones individuales de que disponen.
2. Protección de los
individuos con deficiencias o disminución de su autonomía en el que se plantea
y exige que todas aquellas personas que sean vulnerables o dependientes
resulten debidamente protegidas contra cualquier intención de daño o abuso por
otras partes.
El respeto también
puede considerarse como punto medio entre
dos extremos vistos por exceso y por defecto
1. Por defecto:
el miedo, tanto a las personas que le rodean como a objetos o
situaciones que afronta el individuo, llevándole a situaciones de imposibilidad
a realizar determinados proyectos o metas, tal el caso de los complejos de inferioridad.
2. Por exceso: el
abuso o desmedida de los límites preestablecidos para un correcto orden y trato
de las personas o situaciones de cada individuo, lo que lleva a conflictos con
los otros como también la imposición de límites y/o normas a fin de superar la
crisis del abuso y restablecer el orden de los derechos de cada individuo.
Tener un gran respeto por uno mismo conlleva tener un gran respeto hacia
los demás. Reconocemos nuestros recíprocos derechos.
Tu derecho a tener tu propio punto de vista, tu derecho a cambiar opinión sin tener que dar explicaciones, tu derecho a crear un mundo propio en el que poder vivir. Respeto hacia los demás supone tener respeto por sus decisiones y por sus sentimientos. Respetar las decisiones de los demás o sus sentimientos no significa que estemos de acuerdo ni que los compartamos, significa que aceptamos que la otra persona tiene derecho a tener sus propios sentimientos y a tomar sus propias decisiones, sean o no adecuadas para mí y sean o no iguales que los míos.
Tu derecho a tener tu propio punto de vista, tu derecho a cambiar opinión sin tener que dar explicaciones, tu derecho a crear un mundo propio en el que poder vivir. Respeto hacia los demás supone tener respeto por sus decisiones y por sus sentimientos. Respetar las decisiones de los demás o sus sentimientos no significa que estemos de acuerdo ni que los compartamos, significa que aceptamos que la otra persona tiene derecho a tener sus propios sentimientos y a tomar sus propias decisiones, sean o no adecuadas para mí y sean o no iguales que los míos.

Valorar
y proteger todo aquello que nos produzca admiración.
¿Qué nos impide tener respeto?:


Es reconocer, apreciar y valorar a mi persona, así como a los demás, y a mi entorno. Es establecer hasta dónde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, como base de toda convivencia en sociedad.
El respeto es reconocer en sí y en los demás sus derechos y virtudes con dignidad, dándoles a cada quién su valor. Esta igualdad exige un trato atento y respetuoso hacia todos. El respeto se convierte en una condición de equidad y justicia, donde la convivencia pacífica se logra sólo si consideramos que este valor es una condición para vivir en paz con las personas que nos rodean.
Otro aspecto que involucra el respeto es el de proteger la vida de nuestro planeta, y una forma de demostrarlo es cuidando la limpieza del agua, aire y suelo, plantar árboles para que la tierra se quede entre las raíces y no se las lleven ni el agua ni el viento, usar solo el agua que necesitemos, defender la vida de las selvas y los bosques; recuerda que el hombre, las plantas y los animales compartimos el mismo planeta.
Cómo desarrollar el respeto
Sabías que...una persona respetuosa es aquella
que:
Reconoce y promueve los derechos de los demás sin distinción de edad,
sexo
Ni clases.
Utiliza la empatía para comprender y aceptar a todos.
Se respeta a sí mismo y por ello no acepta lo que le puede dañar física,
mental y espiritualmente.
Acepta y cumple las leyes y normas que establece nuestra
sociedad.
Piensa positivamente
“Me valoro y defiendo la vida en todas sus
manifestaciones, humana, animal y vegetal”.
“Doy valor y respeto a las expresiones propias y
ajenas”.
“Hago el uso correcto de los lugares colectivos para
que los puedan usar los demás”.
Respetar a una persona es tratarla como se merece, de acuerdo a su dignidad de ser humano (todos somos iguales en este sentido), y a la posición que ocupa en una colectividad.

Respetar a una persona es tratarla como se merece, de acuerdo a su dignidad de ser humano (todos somos iguales en este sentido), y a la posición que ocupa en una colectividad.

Que implica el respeto en la familia:
Aprender a reconocer cuando algo no es nuestro para no hacer uso de el
Decir las cosas como son, sin temor al regaño
Actuar de acuerdo a nuestras decisiones sin ofender a los demás
Respetar a los demás en relación con sus sentimientos.
Entrenemos en Valores - RESPETO
Como reflexión:
debemos de respetarnos los unos a los otros, seamos como seamos, con defectos o
sin defectos.